¿Qué hago con esta sensación
de vacío, sea donde sea que voy?
¿Qué hago con este sentimiento,
de no saber si estoy… o no estoy?
Soy de aquí, soy de allá,
como brújula que ha perdido su norte.
Soy de aquí, soy de allá,
como un río que busca su mar
y se extravía en mil cauces antes de llegar.
Cuando estoy aquí, respiro, me muevo, hablo,
un espejo me devuelve la imagen
de quien siempre soñé ser.
Cuando estoy allá, regreso a mis recuerdos:
la risa de mi familia,
los abrazos de mis amigos,
raíces que no me dejan partir.
Soy de aquí, soy de allá,
como brújula que ha perdido su norte.
Soy de aquí, soy de allá,
como un río que busca su mar
y se extravía en mil cauces antes de llegar.
Ser libre es vivir lo que imaginé para mí,
pero la culpa persiste,
me recuerda que me fui
y el dolor que dejé atrás.
Mi alma dividida
se debate entre el ayer y el presente,
un puente que no sé si cruzar.
Soy de aquí, soy de allá,
como brújula que ha perdido su norte.
Soy de aquí, soy de allá,
como un río que busca su mar
y se extravía en mil cauces antes de llegar.
Me alejé para descubrirme,
y terminé descubriendo
que quien se va
aprende a vivir en dos.
Dos mitades que luchan,
mientras la culpa observa,
sin saber cuál vencerá.
Soy de aquí, soy de allá,
como brújula que ha perdido su norte.
Soy de aquí, soy de allá,
como un río que busca su mar,
y se pierde en mil cauces antes de llegar.
No estoy aquí, ni estoy allá:
esa es la vida del que se va.
Entre las lágrimas de tus padres
y el refugio que te da
la ilusión de haberte encontrado,
mientras puedes perder
a quienes amas más.
Soy de aquí, soy de allá,
como brújula que ha perdido su norte.
Soy de aquí, soy de allá,
como un río que busca su mar,
y se pierde en mil cauces antes de llegar.